Fernando Pairican sobre Nueva Constitución y pueblos originarios
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The Clinic / 6 de julio de 2022 / Columna de Fernando Pairican, investigador VioDemos, en el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas CIIR y profesor de la Escuela de Antropología UC.

A partir de las 7:30, del lunes pasado, comenzaron a llegar al cerro Welen (Santa Lucía) los miembros de los pueblos originarios para concluir el proceso constituyente. La Machi Francisca Linconao junto a su hermana, Juana Linconao, encabezaron la ceremonia que se realizó hacia los cuatro puntos de la tierra a nombre de una de los corrientes plurales conformados a lo largo del proceso constituyente: la Coordinadora Constituyente Plurinacional y Popular. Era posible visualizar al alcalde de Valparaíso Jorge Sharp y a la socióloga y constituyente Tania Madriaga, entre otros que conformaron la corriente plural que, un día antes, había realizado un acto cultural bajo el lema “La constitución del pueblo para los pueblos. Convencionales independientes explican la Nueva Constitución” en el barrio Yungay.

La corriente “Pueblos Originarios”, de la cual es parte gran parte de los escaños reservados, como Loncon, Millabur, Catrileo, Lidia González, Luis Jiménez, Félix Galleguillos y Tiare Aguilera, también asistieron, participaron y acompañaron la última ceremonia del proceso constituyente. También era posible visualizar a Roberto Celedón en la última ceremonia previo al inicio de la clausura del proceso constituyente, como también un número importante de integrantes del pueblo mapuche que vive en la urbanidad.

Los Escaños Reservados de los pueblos originarios pueden concluir su trabajo señalando que los estándares internacionales declarados en materia de los pueblos originarios se logran respaldar en el proyecto de Constitución que se entrega a la sociedad que conforma hoy Chile. El preámbulo, parafraseando al poeta Elicura Chihuailaf, emociona por su sentido plural: “Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones, nos otorgamos libremente esta Constitución, acordada en un proceso participativo, paritario y democrático”.

Existen distintos artículos donde es posible ver como los distintos escaños reservados junto a sus equipos técnicos colorearon para crear una Constitución en que se pueda favorecer la pluralidad de visiones que existen en Chile en el marco de lo que la misma Constitución declara: “La soberanía reside en el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones”.  Dichas naciones, que no significa la división del país, sino favorecer el desarrollo de los pueblos originarios que, a través de la interculturalidad, entregaron mecanismos para un desarrollo entre los seres humanos y la tierra en una relación de interdependencia, debería ser uno de los aspectos a resaltar por la ciudadanía. Así a lo menos se lee desde el principio: “Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico”. El que, a su vez, “se constituye como una República solidaria. Su democracia es inclusiva y paritaria. Reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza”.

Es la misma naturaleza que acompañó en la ceremonia de cierre en el cerro con su lluvia y viento que ayudan a limpiar un aire en la ciudad de Santiago. Elementos que conforman la naturaleza, permitiendo la prolongación de la vida humana y a partir de esta Constitución adquiere un rango constitucional, pues a ella se le deberá respetar, proteger y permitir la regeneración para su mantención y restauración. En parte, porque de las funciones que la naturaleza cumple, permite el desarrollo de los equilibrios dinámicos que se generan a partir de los ciclos naturales, creando los ecosistemas y la biodiversidad que desarrolla los distintos tipos de vida que conforman la humanidad en su conjunto.