

El 2019, tras dos años de trabajo interdisciplinario, se estrenó “Trewa. Estado-Nación o el espectro de la traición”, obra documental y etnográfica dirigida por Paula González Seguel y co-producido por el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR). La propuesta artística de la compañía KIMVN Teatro coloca la exhumación del cuerpo de la activista medioambiental Macarena Valdés al centro de la trama, abordando la violencia ejercida en Chile sobre el pueblo mapuche y su territorio ancestral.
¿Por qué espectro y por qué traición? ¿Qué teatro es éste, que cruza de práctica canónica occidental con cosmogonía mapuche? En “El ensayo de un teatro plurinacional”, Milena Grass, investigadora senior VioDemos y académica de la Escuela de Teatro UC, busca responder a estas preguntas y se adentra en la dimensión “liminal” de la obra, que conecta ficción y realidad a partir de dispositivos para-escénicos que desestabilizan las convenciones del canon teatral chileno.
“Cuando hablamos de lo liminal en el teatro, estamos volviendo a un concepto antropológico que describe lo que ocurre en los ritos de pasajes, en ese momento en que dejamos de ser la niña que éramos y todavía no somos la adulta que seremos cuando termine la ceremonia. En el caso del teatro, lo liminal es un espacio y un momento de indeterminación que moviliza el cambio al tiempo que nos hace preguntarnos por nuestra identidad”, explica Grass.
La propuesta dramatúrgica y escénica de Trewa señala la vinculación directa con la realidad desde la ficción, por un lado, y desde el género documental, por el otro. Sin embargo, la explicitación de la referencialidad a la realidad no garantiza el impacto afectivo de un acontecimiento teatral, señala la académica. Tampoco lo es el trabajo etnográfico y documental -que incluyó entrevistas y visitas a archivos- por sí solo. El documento no basta para validarse como verdad, es preciso construir tanto en la dramaturgia como en la escena, un “efecto de realidad”. Y para alcanzarlo, se requiere de ciertos elementos.
En primer lugar, el acontecimiento elegido debe tener un peso significativo para parte de la sociedad, atraer la atención pública, tener forma u organizarse en torno a una trama con protagonistas reconocibles, y por último, “haber sido percibido por el público como la puesta en escena simbólica de rasgos reconocibles y discretos de las vidas nacional o local -que encarnan, por ende, cierta crítica analógica de su propia forma de vida”, comenta Grass.
Junto con el uso de elementos propios del documental audiovisual -grabaciones en off, epílogo sobreimpreso, proyección audiovisual- la realidad también es referenciada a través de los nombres de los personajes -Macarena Valdés, Rubén Collío- o de otras víctimas -como Matías Catrileo y Camilo Catrillanca. También se mencionan situaciones de público conocimiento, como la construcción de centrales hidroeléctricas en tierras expropiadas que inundaron cementerios mapuche, entre otros hechos que contextualizan la obra.
Paralelamente, la investigadora señala otras formas de indicialidad: la presencia de intérpretes no formados en escuelas o academias, presentando sus propios cuerpo-como-archivo para crear un sentido de verdad y urgencia. En adición, la liminalidad en Trewa se juega también en la fricción entre el castellano y el mapuzungun, idioma raramente escuchado en las tablas chilenas, cuya presencia en diálogos o monólogos no siempre traducidos deja al margen a quienes no hablamos la lengua.
Y profundiza: “Allí donde la presencia del cuerpo ‘real’ -más real aún porque no ha sido entrenado en la técnica actoral occidental- viene a romper el pacto de los usos habituales del teatro profesional. El no comprender lo que se habla produce un remezón aún más fuerte, porque me coloca como espectadora en el lugar de la otredad, de la exclusión que ha sido tradicionalmente el lugar de los indígenas en Chile”.
Ahora bien, ¿qué sucede con el alma en pena dentro del teatro? se pregunta Grass. Entendida como un elemento importante en relación con lo “real”, el alma de Macarena Valdés no es un elemento extraordinario, pero sí movilizador. “Allí donde los conflictos terrenales se solucionan de una vez, el reclamo del fantasma es más difícil de satisfacer porque exige el esclarecimiento de un crimen encubierto. Estamos frente a una manifestación de una fuerza reducida a un estado liminal permanente que, siendo virtual, sigue operando en el mundo físico”.
El suicidio de Macarena es un montaje, esa es la premisa de Trewa. Desde la perspectiva de lo performativo, el montaje de un suicidio también está pensado en términos espectaculares. “Por lo mismo, es que Trewa está organizada esencialmente como una forma de exhibición” explica Grass, “y el hecho que Macarena observe persistentemente lo que ocurre en escena, no tiene tanto que ver con su carácter espectral, sino con destacar la tensión entre mostrar y ver. En una mise en abyme, el público mira a Macarena que mira”.
Para la académica, Trewa hace más que exponer la historia de violencia ejercida contra el pueblo mapuche. No se queda en lo informativo, sino que propone un espacio intersticial -entre hecho y ficción- para escapar de las convenciones escénicas de la tradición occidental. De este modo, construye en escena un espacio de convergencia de las culturas y cosmogonías mapuche y wingka que cuestiona los discursos de lo auténtico así como la veracidad del ‘archivo’ como objeto de la verdad.
“Levantar producciones teatrales vinculadas a investigación permite preguntarnos por la forma en que el teatro repite ciertas convenciones estéticas, artísticas, culturales y sociales que pueden afianzar la violencia estructural, tanto a través de ciertas prácticas como de los imaginarios que traemos a escena. En su veta más productiva, la investigación teatral permite cuestionar esas mismas convenciones e imaginar otros mundos posibles, ampliando así nuestra idea de lo posible y de lo justo”, concluye la investigadora.
Les invitamos a conocer más del trabajo de Milena Grass en el artículo “TREWA. Estado-Nación o el Espectro de la Traición. El ensayo de un teatro plurinacional”.