tiempo en contextos carcelarios
Fotografía Nicolás Díaz Letelier

 

Nicolás Díaz Letelier, estudiante de Doctorado en Antropología de Princeton University apoyado por VioDemos, publicó “Trapped Present, or the Capture(d) Affects of Imprisonment”, artículo que explora la experiencia cotidiana del tiempo en la cárcel.

Publicado por la revista Current Anthropology de University of Chicago Press, el texto aborda el paso del tiempo en el Complejo Penitenciario de Isla de Pascua, donde los hombres privados de libertad viven no solo un encierro físico que los aleja del mundo más allá de las murallas, también experimentan los afectos opresivos de la condición carcelaria en la percepción de su propia existencia.

Los hombres encarcelados lidian cotidianamente con al menos dos cronologías  institucionales, explica el investigador. Por un lado, aquella que gobierna la duración de las condenas; por el otro, la que establece la secuencia diaria de los eventos al interior de un régimen carcelario. Si bien las condenas y las rutinas penitenciarias pueden ser fijadas en el tiempo por los tribunales y las administraciones penales, respectivamente, la actualidad cotidiana de estos arreglos temporales nunca es dada, transformando el día a día en un espacio donde todo puede ocurrir. Y es en ese lugar de observación donde la incertidumbre da paso para las ansiedades y disociaciones respecto al sujeto en el tiempo.

“En ocasiones aquellos afectos crecen hasta desbordar la continuidad existencial de uno mismo”, escribe el autor: “cuando tu cuerpo deja de encajar en este sinsentido, cuando el fin parece tan ajeno que ni siquiera eres tú, una versión plausible de ti mismo, aquello que alguna vez saldrá de acá. Si hay que afrontar, soportar, o aguantar el tiempo carcelario, como usualmente se dice, es porque su presente puede volverse radicalmente inhabitable”.

En las instancias en las que los hombres encarcelados hablaban de los momentos críticos en los que su propio sentido de continuidad se veía suspendido, sus narraciones adquirían inevitablemente la forma del encierro: estar preso, detenido, atorado, o más comúnmente, atrapado en el ritmo de la existencia.

Así como puede ser manejado, torcido, y distorsionado, el investigador argumenta que el tiempo también puede volverse completamente fuera de control, retorciendo, e incluso aplastando el día a día hasta su no continuidad. Mediante una serie de fotografías conjuntamente producidas entre el autor y los hombres privados de libertad en la llamada “cárcel más feliz del mundo”, Díaz Letelier describe cómo los constreñimientos cotidianos de un presente atrapado son en sí mismo un evento, y cómo estos pueden comprometer críticamente la propia continuidad en el tiempo.

Al respecto, Díaz Letelier concluye: “en este artículo es en la experiencia del tiempo y las posibilidades de su narración donde emerge ese doble fondo de la condición carcelaria: que aun en circunstancias excepcionales de encarcelamiento, es el cautiverio mismo, el estar afectiva y materialmente atrapado, aquella parte irreductible de dolor y opresión que atraviesa a esta y todas las cárceles.”

Les invitamos a leer el artículo sobre tiempo en contextos carcelarios en Journal of Current Anthropology.