“Ruinas Revolucionarias” es una trilogía audiovisual que busca entender la vida presente de infraestructuras del pasado construidas para un futuro hoy truncado, así como las historias, imaginaciones y afectos que persisten en ellas.
Basada en la investigación de Helene Risor, Directora del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia, la propuesta se compone de tres cápsulas documentales que invitan a conocer lugares e historias -impactadas desde distintas formas- por la dictadura cívico militar, que gobernó en Chile entre 1973 y 1990.
“Las ‘ruinas’ son sitios e instancias productivas para pensar porque son remanentes de formas de vida, proyectos y utopías sociales que hoy en día conviven -como entidades vibrantes- en una ciudad y realidad que ya es otra. Pensar la ciudad y la democracia desde las ruinas de proyectos pasados, por ejemplo de la época de la Unidad Popular, nos permite entender no solo los sueños frustrados sino también los miedos y tensiones irresueltos que evocan en el presente”, señala la académica.
En este sentido, los debates sobre los llamados “elefante blancos” son indicativos de que el pasado y las visiones alternativas de organización social constituyen una presencia de “distorsión” en el presente: “Nos invitan a pensar como el pasado forma parte del presente, y nos recuerdan que convivimos en una sociedad plural donde coexisten visiones muy distintas, y a ratos diametralmente opuestas, sobre el pasado y futuro del país”, indica.
Vicente Didier, asistente de investigación en VioDemos e investigador del Laboratorio de Antropología y Arqueología Visual UC, estuvo a cargo de la producción del material audiovisual, quien destaca la importancia de levantar proyectos de investigación-creación con miras a una antropología pública:
“Al pensar en ruinas hay una materialidad que se nos viene inmediatamente a la cabeza y el papel no siempre le hace justicia a la magnitud e imponencia de estas ruinas. Cuando estábamos realizando el trabajo de campo nos vimos interpelados por las mismas ruinas a llevarlas a un formato audiovisual. No basta solo con grabar, tenemos que hacer uso de distintos recursos evocativos para poder transmitirle al espectador la densidad de las distintas memorias, afectos e historias que existen en torno a estas ruinas”.
Así, Didier describe que para la Maestranza, el uso del dron dentro de las ruinas permite abarcar su magnitud y retratar elementos estéticos como la luz que se cuela entre las vigas, en contraste con elementos que lo definen como un lugar abandonado. En el caso de KPD, era importante mostrar lo anodina que era la construcción por paneles para funcionarios diplomáticos rusos en contraposición con el significado que tuvo para la Unidad Popular y los obreros de la fábrica. Y el desafío en Cerro Chena era poder conectar lo que incluso en nuestra investigación se veía desconectado: mostrar cómo pueden existir una memoria del pasado y un proyecto del futuro sin siquiera tocarse.
Trabajar con asociaciones de memoria, y personas a cargo de recordar, implicaba también un compromiso con visibilizar su constante trabajo y los obstáculos permanentes a los que se tienen que enfrentar. “Un video corto, con un lenguaje comprensible y que evite estéticas herméticas, era una forma de entregarles un producto que ellos pueden usar para visibilizar los conflictos, malentendidos y el trabajo que implica hacer memoria”, comenta Didier.
“Ruinas Revolucionarias” lleva a reflexionar sobre la importancia del patrimonio en el presente. Invitan a pensar en su valor estético e histórico como una instancia que nos invita al diálogo ciudadano sobre lo que nos une y lo que – aún – nos separa. Representa una entrada más amena, pero no por eso menos significativa, donde grupos minoritarios y víctimas de violaciones a derechos humanos pueden plantear su derecho a la memoria y perpetuar su búsqueda de verdad y justicia. Esto es fundamental para una antropología que se extienda más allá de la academia y que genere conversaciones en la sociedad civil.
Les invitamos a revisar Ruinas Revolucionarias y conocer más del trabajo de investigadores/as del centro:
Fábrica de Viviendas Sociales KPD
Luego del terremoto del 8 de julio de 1971, el gobierno de la Unión Soviética donó al Presidente Salvador Allende una fábrica de viviendas sociales KPD (viviendas de grandes paneles en su acrónimo ruso) que se inauguró el 22 de noviembre de 1972 en El Belloto, Región de Valparaíso. El video nos lleva por los proyectos utópicos de la ciudad integradas y la vivienda digna, explora las historias asociadas al movimiento obrero y a la imaginación de un Chile tecnológico, la percepción rusa de estas viviendas, así como la vida del último panel firmado por Allende.
Este video nos entrega la memoria de los proyectos de industrialización del país y las vivencias de organización obrera y sindical a partir de la abandonada Maestranza de San Bernardo (Región Metropolitana). Se rescata el testimonio de uno de sus trabajadores y da cuenta de las manifestaciones culturales que hoy dan vida al edificio; una fiesta electrónica y un acto de conmemoración por los 11 obreros secuestrados de la Maestranza tras al golpe de Estado de 1973.
“Muerte, memoria y esperanza” es la consigna de este video situado en el Cerro Chena en la Región Metropolitana, lugar donde se estableció el Recinto Militar de Cerro Chena (conocido como Cuartel Nº II) utilizado como centro de detención, tortura y ejecución de presos políticos. Entre sus víctimas se encuentran once obreros secuestrados de la Maestranza de San Bernardo. El video recoge testimonios de familiares de detenidos desaparecidos e integrantes de la Corporación Memorial Cerro Chena, quienes luchan por garantizar un sitio de memoria en medio de la construcción del Parque Metropolitano. A través de sus relatos, nos recuerda el fin violento de las utopías expuestas y la herida aún abierta de este desenlace.
Esta investigación fue financiada por la Vicerrectoría Académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile.